25 de noviembre: Día Internacional de Lucha contra la
violencia de género
Violencia contra las mujeres…así prefiero llamarlo. El género y el número no son objeto
de violencia, sólo son categorías gramaticales.
La violencia es parte de nuestro
ser de humanos (Gandhi así lo pensaba) y de nuestro ser de animales que tienden
a aplicar la llamada “ley de la jungla”
en su entorno en ausencia de mecanismos de autocontrol y como voluntad de
poder.
Vivimos en una sociedad violenta
en la que la fuerza es incluso una cuestión de estética. La propia sociedad, a
través de los medios de comunicación de masas y sobre todo de la televisión,
crea unos estereotipos vinculados a imágenes y roles sociales para todas las
personas, hombres y mujeres, desde la más temprana edad.
La violencia no se manifiesta sólo
en golpes, como parece entender la gente más joven, hay muchos métodos para
someter a otros a la voluntad de uno, para hacerles daño, para hacerles sufrir,
para hacerles sentir fracasados, derrotados, discriminados y aislados. Por eso
en este día queremos manifestarnos:
—Contra el modelo estético de
mujer impuesto desde niñas a través de unas muñecas de Mattell, modelo de mujer
que no se sostiene de pie.
—Contra el modelo de mujer que
debe decir siempre SI.
—Contra el modelo de compañero
tipo “Action man”, el héroe que
tiene como misión defender el honor de la dama.
—Contra el modelo paternal del
hombre que trabaja fuera de casa y es el que trae el dinero.
—Contra el modelo en el que la
mujer debe ser esposa, amante, madre, trabajadora fuera y dentro de la casa,
cocinera, planchadora…
—Contra el modelo en el que la
mujer pasa a ser defensora del territorio de su hombre.
—Contra el modelo del líder
fuerte, duro, sin sentimientos, con un ego más grande que su cuerpo.
—Contra todo aquello que sea
discriminatorio, ofensivo, vejatorio y considere a la mujer como persona
diferente del hombre, como seres humanos que somos todos, tenemos el mismo
derecho a la vida recogido en la
Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
No hemos reivindicado históricamente
la igualdad de derechos para asumir nosotras el rol que los hombres han tenido
en el pasado, sino para construir una nueva sociedad en la que no sean
discriminados ni hombres ni mujeres por su condición sexual, ni por ninguna
otra circunstancia. Entendemos que esta nueva sociedad sólo se construye a través
de la educación, incluyendo la transformación de los estereotipos culturales.
¿Qué pasa con Eva?
Mi nombre en este momento
es Eva, la mujer, la primera mujer y hoy quiero pensar como si tuviera
diecisiete años.
Desde que estaba en la
escuela infantil en todos los sitios y las personas que me han rodeado han
hablado de novios y curiosamente a la mayoría de las niñas siempre nos gustaba
el mismo niño, el más atrevido, el más descarado, el matón que siempre ganaba
las peleas, al que imponía sus criterios a todos los demás a la fuerza y el que
elegía a su chica entre todas nosotras y se dejaba querer por todas, siempre
que le consintieran todo.
Me encantan los comics,
sobre todo los anime, esos dibujos japoneses que cuentan historias de eternos
adolescentes de enormes ojos sin expresión embarcados en batallas continuas:
Los chicos contra monstruos y personajes demoníacos y las chicas, entre ellas,
para obtener el amor del guerrero más fuerte. En esas historias, como en otras
de vampiros, de ángeles y demonios y de todo un desfile de personajes fantásticos,
los personajes femeninos son capaces de hacer cualquier cosa por conseguir el
amor del héroe.
¿A quién le interesan los
chicos buenos? Son estudiosos, responsables y aburridos, no les gusta ir a las
grandes fiestas, ni tomar alcohol, ni ninguna de las cosas que hacen la vida más
interesante. Los chicos malos son mucho más atractivos. Por eso cuando una
chica tiene la suerte de que un chico así, esta nueva versión de Caín, se fije
en ella, tiene que hacer todo lo posible para hacerle feliz.
Hace tres meses conocí a
Akira. No sé cómo se fijó en mí ni por qué
me ha elegido, pero siento que he triunfado. Todas mis amigas me envidian y me
odian, de hecho se han alejado de mí y yo lo prefiero. Me pone enferma pensar
que alguna pueda intentar quitármelo, de hecho sé que hay varias que ya lo están
haciendo. Continuamente le tengo que enviar mensajes al what’s app , aunque
casi nunca me contesta, lo que me produce una angustia enorme, pero es que
necesito saber dónde está y con quién.
En las redes sociales
investigo todo los post que pega y examino sus fotos detenidamente para
comprobar si hay alguna de estas … zorras a su
alrededor.
Me cuesta reconocer que
muchas veces me siento mal y herida porque me da voces, me insulta y el sábado
pasado llegó a pegarme, pero creo que es porque me quiere y también porque
estaba muy pasado… Es terrible, pero a veces deseo que
ocurran cosas como éstas, sólo porque después me busca apasionadamente y me
pide perdón… Cada vez estoy más sola, pero creo que me
tiene que bastar con que él me quiera y me haya elegido a mí.
Esta pequeña historia de
ficción literaria sólo es una excusa para llamar la atención sobre cosas
extremadamente importantes y que parece que se están olvidando
—Nadie que te quiere de
verdad te hace daño.
—El propio respeto y
dignidad nunca deben perderse.
—Una relación
satisfactoria es aquella en la que ambas personas pueden actuar libremente y
desde la igualdad.
—Nunca debes dejar de ser
quién eres para contentar a otra persona
—Debemos mantener una
actitud de TOLERANCIA CERO a la violencia como base de las relaciones con las
personas de otro sexo.