"Crímenes", de Ferdinand von Schirach. Historias criminales de seres comunes.
Se podría decir que los once relatos que constituyen “Crímenes”, del abogado alemán Ferdinand von Schirach, remedan de cierta manera a “A sangre fría”, de Truman Capote, aunque las historias estén narradas con un mayor sentido del “distanciamiento”, casi como crónicas.
Estos “crímenes” son historias reales que von Schirach, un reconocido letrado, manifiesta que comenzó a escribir con el único propósito de vencer el insomnio. Aunque luego le dio consistencia de relatos bien narrados, tanto que el libro se volvió un acontecimiento literario mundial, está vertido a treinta idiomas y no se descarta que haya una versión cinematográfica.
Algunas de esas historias ameritan una lectura y un tratamiento especial, fundamentalmente “El cuenco de té de Tanata”, historia de robo, venganzas y ultrajes que debemos creer ha sido cierta, aunque pareciera haber nacido de una frondosa imaginación. En esta historia de veinte páginas no falta nada, ni siquiera el impasible señor oriental que trama su venganza.
Von Schirach, nieto de un notorio dirigente nazi, Baldur, hombre de confianza de Hitler y condenado en Núremberg, es un conocido abogado defensor que ha tenido vinculación con estos casos. O al menos así lo afirma en el libro.
Pero no se crea que todo es crónica estricta, hay en el libro un reacomodamiento, un neto tinte literario. Así se lo reconoció el autor a Jacinto Antón, de “El País”: “Todo es literatura, aunque solo sea por el hecho de que un caso de homicidio ocupa 15 carpetas y mi relato unas pocas hojas. Las carpetas son realidad, lo otro, literatura. Lo interesante es que la literatura resulta más verdad que la investigación. He cambiado nombres, por supuesto. Lo que queda es la esencia del caso”.
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