La vida de las mujeres
Alice Munro, de nacimiento Alice Ann Laidlaw (Wingham, Ontario, 10 de julio de 1931), es una cuentista canadiense. Está considerada como una de las escritoras actuales más destacadas en lengua inglesa. En 2013 le fue otorgado el Premio Nobel de Literatura.LUMEN, Octubre 2012
Esta deliciosa novela, autobiográfica en la forma, pero no en los contenidos, muestra toda la maestría y el peculiar modo de ver la realidad de esta gran figura de las letras contemporáneas.
La vida de la gente, en Jubilee como en todas partes, era aburrida, simple, asombrosa e insondable... cuevas profundas cubiertas de linóleo de cocina.
Bastan estas pocas palabras para reconocer el talento de una espléndida narradora y colarse en la vida de Del Jordan, una chiquilla que vive con sus padres en el pueblo de Jubilee.
Del empieza contando su día a día, su relación con la familia, los vecinos y los amigos, y pronto descubrimos que esa niña sabe observar el mundo y sacar buen provecho de lo que ve: compadece la poquedad del padre, admira el arrojo de la madre, que deja la granja para dedicarse a vender enciclopedias por los alrededores, y comprende que tarde o temprano llega el momento en que hay que elegir entre una risueña mediocridad -hogar, iglesia, matrimonio, hijos- y otras opciones más interesantes y arriesgadas. Ese descubrimiento es también el de la vocación literaria, una suerte de llamada, de deber para con el mundo.
“La vida de las mujeres” escrito en 1971, lo podemos considerar una novela, o, hablando con propiedad un ciclo de relatos cortos, no exactamente continuos entre sí, pero que conforman una novela en su conjunto, muy a la manera del “Winesburg, Ohio” de Sherwood Anderson.
Anderson usaba cada uno de los relatos de los personajes de las vidas de Winesburg como un microuniverso para extrapolarlo a la sociedad norteamericana; Munro, en cambio, usa cada una de las narraciones como partes en las que divide la evolución, la formación del personaje principal, la narradora Del Jordan en un pueblo del sur de Canadá: Jubilee; en efecto, nos encontramos con un Bildungsroman que, al final, no solo será de formación como persona, sino de formación como artista, esto es, una escritora.